En una olla con agua, coloca la pechuga limpia con media cebolla, medio ajo porro picado longitudinalmente, incluyendo la parte blanca y algo de la parte verde, y una cucharadita de sal. Llévala a un hervor durante media hora o hasta que se cocine.
Mientras se cocina la pechuga, pela la zanahoria, pícala en trozos pequeños y cocínala en agua con media cucharadita de sal. Cuando esté cocida, escúrrela en un colador y reserva.
Haz lo mismo con la papa, pélala y pícala en cuadros pequeños, como de un centímetro aproximadamente. Cocínala en agua con media cucharadita de sal, hasta que ablande pero sin pasarla de cocción. Al estar cocida, escúrrela en un colador y reserva.
Prepara la vinagreta o aderezo. Ralla media cebolla en un bol para que caiga dentro el zumo. Agrega en un frasco de vidrio con tapa: el zumo de la cebolla, la salsa inglesa, el vinagre, el aceite, la pimienta, la sal, el azúcar y la mostaza. Tapa el frasco y bate vigorosamente. Reserva.
Retira la pechuga del caldo y deja enfriar. Al estar fría, córtala primero en diagonal y luego en trozos pequeños. Revisa y retira algún hueso.
En un bol grande, incorpora la pechuga picada, la papa, la zanahoria, los guisantes y los ingredientes opcionales que hayas elegido. Mezcla suavemente con una paleta.
Agrega el aderezo que preparaste anteriormente y mezcla nuevamente.
Para finalizar, agrega la salsa mayonesa y mezcla otra vez.
Sirve la ensalada en una ensaladera y llévala a la nevera durante dos horas, ¡esta ensalada se come fría! Si deseas la puedes decorar por encima con huevo duro picado en trocitos, guisantes y espárragos. Disfruta de tu deliciosa ensalada de gallina Scannone con tu familia y amigos. ¡Feliz navidad!